El exito en cualquier actividad
El éxito en cualquier actividad
“Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia.” – Salmo 127:1
La verdadera fortaleza y el éxito provienen de alinear nuestros trabajos con un propósito mayor y confiar en que Dios es quien da sentido y firmeza a lo que hacemos.
Este versículo revela la clave del éxito en cualquier actividad y también la soberanía absoluta de Dios sobre toda persona y acontecimiento. En cualquier actividad, necesitamos la bendición de Dios. Todo lo que logremos en la vida será en vano si el Señor no está en ello. Podemos "edificar" y podemos "vigilar", pero es el Señor quien garantiza que todo salga bien.
Muchas veces nos esforzamos al máximo en nuestro trabajo, familia, ministerio o proyectos personales, pero sentimos que no avanzamos o que nuestras fuerzas se agotan. Este versículo nos recuerda una verdad fundamental: si Dios no es el fundamento de lo que hacemos, todo esfuerzo es en vano.
Para pensar.
Trabaja con excelencia, pero asegúrate de que Dios sea el fundamento de todo. ¡Él es quien edifica con propósito y eternidad!
“Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia.” – Salmo 127:1
La verdadera fortaleza y el éxito provienen de alinear nuestros trabajos con un propósito mayor y confiar en que Dios es quien da sentido y firmeza a lo que hacemos.
Este versículo revela la clave del éxito en cualquier actividad y también la soberanía absoluta de Dios sobre toda persona y acontecimiento. En cualquier actividad, necesitamos la bendición de Dios. Todo lo que logremos en la vida será en vano si el Señor no está en ello. Podemos "edificar" y podemos "vigilar", pero es el Señor quien garantiza que todo salga bien.
Muchas veces nos esforzamos al máximo en nuestro trabajo, familia, ministerio o proyectos personales, pero sentimos que no avanzamos o que nuestras fuerzas se agotan. Este versículo nos recuerda una verdad fundamental: si Dios no es el fundamento de lo que hacemos, todo esfuerzo es en vano.
Para pensar.
Trabaja con excelencia, pero asegúrate de que Dios sea el fundamento de todo. ¡Él es quien edifica con propósito y eternidad!
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