Devocionales de Semana Santa-Martes

Martes
Quién es el Hijo del hombre... 
Entre las personas que habían ido a Jerusalén para la fiesta de la Pascua, había unos griegos. 21 Ellos fueron a un pueblo de Galilea para ver a Felipe, uno de los discípulos de Jesús, y le dijeron:
—Señor, queremos ver a Jesús.
Felipe, que era de Betsaida, 22 fue a contárselo a Andrés, y los dos fueron a decírselo a Jesús. 23 Él les dijo:
—Ha llegado el momento de que todos sepan de verdad quién es el Hijo del hombre. 24 Ustedes saben que el grano de trigo no produce nada, a menos que caiga en la tierra y muera. Y si muere, da una cosecha abundante. 25 Si ustedes consideran que su vida es más importante que obedecerme, no tendrán vida eterna. Pero si consideran que su vida en este mundo no es importante, y me obedecen, entonces tendrán vida eterna. 26 Si alguno de ustedes quiere servirme, tiene que obedecerme. Donde yo esté, ahí también estarán los que me sirven, y mi Padre los premiará.. Juan 12:20-26 TLA


Resulta muy interesante que, en Jerusalén, un grupo de griegos quisiera hablar con Jesús. Si recordamos que los griegos eran pensadores y filósofos, cautivados por la búsqueda de la sabiduría, se interesan en la persona de Jesús. En mi entender él se adelanta a contestar una pregunta existencial que posiblemente le querían hacer los griegos que lo buscaban.

La pregunta pudiera haber sido ¿cuál es el propósito de la vida? Jesús define el propósito de la vida comparándola con el propósito de un grano de trigo. El grano de trigo tiene que caer en la tierra y tiene que morir para dar abundante fruto.

La vida de Jesús es una manera clara de ejemplificar el propósito de la vida. Su vida, muerte y resurrección se compara al grano de trigo que cae en la tierra para dar mucho fruto. Imagínese que hubiera pasado si el hijo de Dios no muere en la cruz. Sin la muerte y resurrección de Cristo no habría salvación ni vida eterna.

La vida fue creada para poder dar fruto; sin embargo, para dar buenos frutos debemos entender que debemos morir. Durante esta época, muchas personas tomamos tiempo para meditar en nuestro propósito de vida. Es por eso que algunos de nosotros nos propusimos morir a ciertos deseos tales como dejar de comer algún tipo de alimento o no pasar tanto tiempo en las redes sociales, entre otros.
Sin duda alguna al morir a estos deseos dará fruto a su debido tiempo.

Para pensar
  • ¿En qué área de su vida quiere dar fruto? (espiritual, familiar, profesional, personal, etc
  • ¿Cómo sería su vida si permanentemente nos comprometemos con Dios a morir a esos deseos que no dan fruto para vida eterna?
Oración
Dios, creador mío, te pido hoy que me ayudes a morir a los deseos que no darán fruto para vida eterna. En el nombre de aquél que murió por mí, Jesús el Cristo, amén.

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