Devocionales de Semana Santa Domingo
La Pascua, Él ha resucitado
No está aquí; ha resucitado, tal y como lo había dicho. Vengan a ver el lugar donde habían puesto su cuerpo. Mateo 28:6TLA
Esa mañana se estaba desarrollando de manera inesperada.
La roca fuera de lugar les avisó. Luego, una figura resplandeciente se sentó
dentro de la tumba. Luego, las palabras inconcebibles. Jesús ya no está muerto. “¡Él ha resucitado!”
Abrumados por el momento, ellos escucharon las siguientes palabras: vayan y digan a los discípulos que se encuentren con Jesús en Galilea.
Apenas registrado. Aterrorizados, dieron media vuelta, huyeron y no hablaron con nadie. Obviamente, se recuperaron. Más tarde, hicieron correr la voz. Pero, en ese instante, una resurrección estaba más allá de la comprensión.
• La resurrección revela magnitudes inconcebibles de supremacía, potencia, autoridad.
• La resurrección desata el poder que transforma la derrota en victoria, la vergüenza en honor, la condenación en absolución, el rechazo en pertenencia, la desesperación en esperanza, la insensatez en sabiduría, lo viejo en nuevo, la muerte en vida para todos los que creen. Jesús ejerce este poder. La resurrección es su coronación. Él es el eterno Rey de Reyes.
• La resurrección es la máxima expresión de la victoria de Jesús. Su poder, fuerza y soberanía envueltos en un amor profundo alimentan su obra redentora continua en toda la creación. Sus seguidores disfrutan plenamente (e inmerecidamente) de todos los beneficios de este poder de resurrección.
Y en este día, adoramos apasionadamente a nuestro Rey, reconocemos su poder, aceptamos humildemente su amor y nos comprometemos con alegría a su reinado en nuestras vidas, en su Iglesia y en el mundo.Nos unimos en un solo grito“¡Él Ha resucitado!
No está aquí; ha resucitado, tal y como lo había dicho. Vengan a ver el lugar donde habían puesto su cuerpo. Mateo 28:6TLA
Esa mañana se estaba desarrollando de manera inesperada.
La roca fuera de lugar les avisó. Luego, una figura resplandeciente se sentó
dentro de la tumba. Luego, las palabras inconcebibles. Jesús ya no está muerto. “¡Él ha resucitado!”
Abrumados por el momento, ellos escucharon las siguientes palabras: vayan y digan a los discípulos que se encuentren con Jesús en Galilea.
Apenas registrado. Aterrorizados, dieron media vuelta, huyeron y no hablaron con nadie. Obviamente, se recuperaron. Más tarde, hicieron correr la voz. Pero, en ese instante, una resurrección estaba más allá de la comprensión.
• La resurrección revela magnitudes inconcebibles de supremacía, potencia, autoridad.
• La resurrección desata el poder que transforma la derrota en victoria, la vergüenza en honor, la condenación en absolución, el rechazo en pertenencia, la desesperación en esperanza, la insensatez en sabiduría, lo viejo en nuevo, la muerte en vida para todos los que creen. Jesús ejerce este poder. La resurrección es su coronación. Él es el eterno Rey de Reyes.
• La resurrección es la máxima expresión de la victoria de Jesús. Su poder, fuerza y soberanía envueltos en un amor profundo alimentan su obra redentora continua en toda la creación. Sus seguidores disfrutan plenamente (e inmerecidamente) de todos los beneficios de este poder de resurrección.
Y en este día, adoramos apasionadamente a nuestro Rey, reconocemos su poder, aceptamos humildemente su amor y nos comprometemos con alegría a su reinado en nuestras vidas, en su Iglesia y en el mundo.Nos unimos en un solo grito“¡Él Ha resucitado!
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