Con Dios, perdiendo se gana
Con Dios, perdiendo se gana
“Porque cualquiera que quiera salvar su vida, la perderá; y cualquiera que pierda su vida por causa de mí, la hallará.” Mateo 16:25
El Reino de Dios es paradójico.
Mientras el mundo enseña que ganar significa acumular, asegurarse y proteger lo propio, Jesús nos enseña que el verdadero triunfo viene cuando aprendemos a soltar. Perder por Él es ganar algo infinitamente más valioso.
Cuando nos aferramos a nuestra voluntad, a nuestros planes y deseos, corremos el riesgo de perdernos en nosotros mismos. Pero cuando entregamos todo en las manos de Dios, Él nos da algo mejor: Su propósito, Su paz y Su vida abundante.
Pablo, quien antes de conocer a Cristo tenía una gran reputación y prestigio, dijo: “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo” (Filipenses 3:7). Su mayor tesoro no era su conocimiento ni sus logros, sino la presencia de Dios en su vida.
Para pensar.
¿Qué cosas sientes que necesitas soltar para ganar en Cristo?
“Porque cualquiera que quiera salvar su vida, la perderá; y cualquiera que pierda su vida por causa de mí, la hallará.” Mateo 16:25
El Reino de Dios es paradójico.
Mientras el mundo enseña que ganar significa acumular, asegurarse y proteger lo propio, Jesús nos enseña que el verdadero triunfo viene cuando aprendemos a soltar. Perder por Él es ganar algo infinitamente más valioso.
Cuando nos aferramos a nuestra voluntad, a nuestros planes y deseos, corremos el riesgo de perdernos en nosotros mismos. Pero cuando entregamos todo en las manos de Dios, Él nos da algo mejor: Su propósito, Su paz y Su vida abundante.
Pablo, quien antes de conocer a Cristo tenía una gran reputación y prestigio, dijo: “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo” (Filipenses 3:7). Su mayor tesoro no era su conocimiento ni sus logros, sino la presencia de Dios en su vida.
Para pensar.
¿Qué cosas sientes que necesitas soltar para ganar en Cristo?
- Puede ser orgullo, miedo, rencor o incluso planes personales que no se alinean con Su voluntad.
- Hoy es un buen día para confiar en que, cuando pierdes por causa de Jesús, en realidad estás ganando más de lo que puedes imaginar.
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